Los niños en edades de preescolar y escolar pueden presentar una disminución del apetito y falta de interés por probar nuevos alimentos. Entonces, como padre, seguro te preguntas: ¿cómo lograr buenos hábitos de alimentación?Esta situación es normal, ya que en esta etapa el crecimiento no es tan acelerado como durante el primer año de vida o adolescencia. Además, los niños pasan la mayor parte del tiempo jugando y descubriendo su realidad, lo que genera que la hora de la comida no sea tan divertida como el resto del día.Sin embargo, es muy importante que desarrollen buenos hábitos de alimentación desde temprana edad. Es necesario poner en la mesa y ofrecer a los niños diferentes tipos de alimentos saludables, además de mostrarles que, como padre, también los comes y disfrutas.Por ello, te brindamos algunas sugerencias para lograr que los niños coman de todo, lo cual sirve además para fomentar buenos hábitos de alimentación que perduren toda su vida:1. Aprovechar el hambre y la sed. Cuando los niños tienen hambre,es mucho más probable que coman y tomen todo lo que se les ofrezca, por esto, en el momento que tienen hambre deben empezar a comer los alimentos a los cuales no están acostumbrados o que dicen no gustarles. Lo mismo sucede con la sed.2. Pruebas constantes de nuevos alimentos. Para que un niño acepte un alimento nuevo es necesario que lo pruebe en múltiples ocasiones, en diferentes días y servido de formas diferentes.Varios estudios revelan que las preferencias alimenticias de los niños están fuertemente ligadas al número de veces que se les expone a ellos, así como a la persistencia por parte de los padres a presentar la comida que los niños rechazan. Es posible que sea necesario poner de 10 a 15 veces un alimento diferente antes de que se acostumbre a comerlo o que llegue, incluso, a probarlo.3. Juntos de compras y en la cocina. Cuando se compren losalimentos, invita a los niños, enséñalos y déjalos tocar, oler y escoger la fruta y la verdura. Si ya saben leer, enseñar a revisar la fecha de caducidad. En la cocina, dejar que ayuden con alguna actividad sin riesgo. A la hora de comer pueden ayudar a lavar, por ejemplo, la manzana o a pelar la mandarina.4. Que pasen desapercibidos o combinarlos. Otra muy buena manera de hacer que los niños coman alimentos que no aceptan es hacer que éstos pasen desapercibidos. Puedes mezclarlos con alimentos que les gusten.5. Fomentar la elección. Para la comida o cena, es fundamental preguntar al niño cuál de las dos opciones de verduras que tengas preparadas prefiere. Con ello se logra que el niño sienta que su opinión cuenta y se crean los buenos hábitos. También resulta ser una pista para los padres a la hora de saber qué es lo que más le gusta y aprovechar la ocasión para introducir nuevas recetas.No siempre los niños son receptivos a comer y a probar los nuevos sabores y texturas. Dicen que nos les gusta o que les da asco. Así que se está frente al reto para conseguir que coman sin rechazar y sin que la comida se convierta en una lucha de poder.Para los niños que están en fase de crecimiento, es fundamental que comiencen cuanto antes a adquirir buenos hábitos de alimentación.Para transformar la hora de la comida en un momento de disfrute trata de comer en familia, si los horarios laborales de los padres lo permite, por lo menos, durante la cena. Acostumbra a tu hijo desde pequeños a la variedad de sabores, teniendo en cuenta el aspecto nutricional de la comida y los colores.Evita preguntarle qué quiere comer, aunque en el plato incluyas alguno de los alimentos preferidos de tu hijo. Cuando le ofrezcas un nuevo alimento, que sea poca cantidad; sólo se necesitan de algunos bocados para que pruebe el sabor; de esta manera evitarás despediciar comida.Ten en cuenta que para que un niño se acostumbre a un nuevo sabor, necesitará probarlo por lo menos de diez a quince veces.Evita trasladarle preocupaciones acerca de los alimentos o demostrarle tu ansiedad si él no termina su plato, esto sólo provocará más resistencia, y es lo que después de todo quieres evitar.Si notas que tu hijo no aumenta de peso o lo que es peor, está por debajo de su peso normal, consulta con su médico de cabecera. Muchas veces, los pediatras deciden suministrar algún tipo de vitaminas, que lo ayude a ganar peso y a abrir el apetito
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martes, enero 14, 2014
miércoles, febrero 06, 2013
El embarazo es una etapa en donde las hormonas de la placenta provocan casi todos los cambios que se producen en la gestación, uno de ellos son los cambios nutricionales.
En el embarazo se reduce la actividad gastrointestinal, lo que favorece el reflujo, también se alenta la digestión favoreciendo la presencia de estreñimiento. Se produce mayor trabajo del corazón debido a que la cantidad total del volumen de sangre aumenta. El riñón tiene un aumento en su filtrado por lo que es común encontrar nutrimentos en orina que normalmente no se presentaban, como glucosa, aminoácidos y folatos, hay un aumento de la presión intraabdominal debido al crecimiento del útero, también aumenta la hormona progesterona entre sus acciones promueve que aumente la ventilación, esto se conoce como “hiperventilación del embarazo”.
En el segundo trimestre hay un aumento del apetito, pero que no significa que se debe “comer por dos”, es difícil describir que cantidad de alimento deben ingerir en esta etapa, ya que hay variaciones entre las mujeres. Principalmente la ingesta recomendable va en función del peso que cada mujer necesite subir en todo el embarazo y esto se sabe cuando se conoce su estado de nutrición previo (Fernández et al. 2000). Las madres que inician con un bajo peso el embarazo tendrían que aumentar más peso que las que inician con un sobrepeso u obesidad. En promedio la ganancia de peso para una mujer que inicia con un bajo peso debe ser alrededor de 12.5 a 18 kilos, para una mujer con un peso saludable la ganancia de peso debe ser entre 11.5 y 16 kilos, para una mujer con sobrepeso 7 a 11.5kg y por último para una mujer que se embaraza teniendo obesidad se recomienda aumentar entre 5 y 9 kilos en todo el embarazo (Institute of Medicine. 2009). Les recomiendo consultar a su nutriólogo para que puedan obtener un plan de alimentación de acuerdo a las necesidades de cada una.
Los nutrimentos clave en esta etapa fisiológica son el hierro y el ácido fólico. Los aportes complementarios pueden reducir la mortalidad infantil, por lo que les recomiendo tomar su suplemento como se les indica.
Hay otros nutrimentos que también, son importantes en el embarazo:
El calcio, reduce significativamente el riesgo de preeclampsia y mortalidad o mortalidad grave materna, recuerda consumir alimentos como leche, quesos, yogurth y además tortillas que también aportan calcio. El aporte complementario de zinc y de ácidos grasos omega 3, pueden reducir el riesgo de parto prematuro (Ramakrishnan. 2012)
Los ácidos grasos omega 3 son ácidos grasos esenciales que se acumulan en el cerebro y la retina durante la gestación ya que son un componente importante en las membranas de las células de estos órganos (Carlson, 2009), estos ácidos grasos no se pueden sintetiza en el cuerpo por lo que las madres tienen que ingerirlo para poder incorporarlo a su metabolismo y al del feto, pueden utilizar una cápsula de Salmón Plus de Pronat en cada comida, aportará alrededor de 1 gramo al día de ácidos grasos omega 3. En caso de ser alérgico al pescado o productos del mar pueden elegir el DHA (acido docosahexaenoico), que es un componente fundamental del tipo omega 3 que participa en la formación de sistema nervioso central, se extrae de un alga marina por lo que las personas alérgicas pueden consumirlo en lugar de Salmón Plus para evitar la deficiencia de este ácidos graso, se recomiendan 300mg diarios durante el embarazo y lactancia (Simopoulus et al, 1999).
Es importante mencionar que la vitamina B12 es fundamental en el embarazo y lactancia principalmente en las embarazadas que son vegetarianas “vegan” o inclusive “ovo-lacto” (que permiten incluir lacteos y huevo), por lo que se recomienda la suplementacion de esta vitamina, en Natural B Complex de Pronat pueden encontrar el suplemento ideal para cubrir esta y otras vitaminas del complejo B.
Las mujeres con embarazos múltiples o las que abusan del tabaco, alcohol o drogas deberían tomar un suplemento de vitaminas y minerales (Luke, 2005).
La L-Carnitina es un trasportador de grasas dentro del metabolismo, se ha observado un bajo nivel de L-Carnitina en sangre en el embarazo conforme aumenta el periodo de gestación (Hahn et al, 1977), la suplementación con 500mg de L-Carnitina diariamente (a partir de la 13va semana) puede evitar esta disminución (Keller et al. 2009).
Por: L.N.H Rodrigo Mancilla Morales
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martes, enero 15, 2013
La diabetes es una enfermedad crónica e incurable de la que hay dos tipos, la I (diabetes mellitus) y la II, que hasta hace unos años era una enfermedad de adultos. Ahora, debido a que muchos niños tienen sobrepeso, hay también jóvenes y adolescentes afectados.
Respecto a la diabetes surgen algunas preguntas: ¿Quiénes la padecen? ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo tiene riesgo de sufrirla? ¿Qué se puede hacer para evitarla? La respuesta a todas ellas está aquí.
¿Qué es la diabetes?
Consiste en un aumento de glucosa en la sangre. Este azúcar procede de los alimentos que ingerimos y todas las células del organismo lo necesita para vivir. Pero para que pueda penetrar en las células es necesaria la presencia de insulina, una hormona que fabrica el páncreas. Cuando este no funciona bien y produce poca insulina o esta es ineficaz, la glucosa no puede entrar en las células y se acumula en la sangre.
¿Es una enfermedad peligrosa?
La diabetes es una dolencia incurable que si no se controla bien, a la larga, provocará complicaciones serias como ceguera, insuficiencia renal o problemas circulatorios (cardíacos, cerebrales o motores).
Tipos
¿Por qué se produce la diabetes tipo II en niños?
El aumento de la diabetes tipo II en niños se debe a que muchos tienen sobrepeso. El mecanismo es el siguiente: al engordar en exceso, las grasas ingeridas se acumulan en el hígado y en los músculos y eso hace que la insulina que segrega el páncreas sea poco eficaz.
¿Cuáles son sus síntomas?
Algunos niños pueden no tener síntomas. En general, esta enfermedad produce mucho apetito, porque el organismo no puede utilizar la glucosa que procede de los alimentos; micciones frecuentes, porque el cuerpo se deshace de la glucosa acumulada a través de la orina; mucha sed y cansancio.
Factores de riesgo
Tienen más riesgo de padecer esta enfermedad los hijos de padres obesos, sean o no diabéticos, los jóvenes obesos, tengan o no antecedentes, y los jóvenes que padecen el llamado síndrome X o metabólico, es decir que tienen sobrepeso y niveles altos de azúcar, colesterol y ácido úrico.
¿Cómo sabré si mi hijo es diabético?
Cuando el niño tiene factores de riesgo, el pediatra le envía al endocrinólogo, quien le pedirá un análisis de sangre que se denomina prueba de sobrecarga oral de glucosa. Cuando la prueba es positiva el niño tiene riesgo de ser diabético, si no se adoptan medidas urgentes.
¿Cómo controlar la glucosa?
Fuente: Revista Ser padres.
Para saber mas: Diabetes, alimentos para diabéticos.
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jueves, julio 19, 2012
Mantener activos a nuestros niños es importante
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El verano es la mejor época del año para promover el juego en la calle entre los niños. El juego tradicional basado en correr, saltar, moverse... está recomendado por los médicos y tiene múltiples beneficios para los niños. No sólo es divertido y entretenido para ellos, sino que además aprenden a ser sociables, a respetar normas y hacen ejercicio. En definitiva, tiene beneficios físicos, sociológicos y psicológicos.
Y es que la vida sedentaria está alcanzando también a los niños, los más pequeños de la casa. Cuando no están en el colegio dedican buena parte de su tiempo de ocio a pasar el rato con los juguetes electrónicos, que requieren que el niño esté sentado. Este sedentarismo, entendido como estilo de vida, es lo que ha desencadenado un índice de sobrepeso alarmante entre la población infantil.
Por este motivo, el Observatorio del Juego Infantil (OJI) acaba de lanzar un mensaje a los padres: que organicen adecuadamente el tiempo de sus hijos aportándoles más espacio para jugar y, además, apostar por el juego físico. El verano es la época idónea para ello, ya que los más pequeños disponen de más tiempo libre para jugar y pueden utilizar los juguetes que no han podido disfrutar durante el invierno debido a la falta de tiempo y al espacio para jugar. Para conseguir este objetivo, es necesario habituar a los niños desde pequeños a jugar durante horas y acostumbrarles a compartir sus juegos con compañeros, ya que el juego infantil dentro de casa suele comportar poco gasto energético.
Resulta sorprendente pensar que se trata de recuperar lo que otras generaciones ya hemos tenido. En este caso, volver atrás es positivo y los padres tenemos la tarea de promover el juego tradicional entre nuestros hijos y sus amigos. El hecho de correr, saltar, perseguirse, esquivar obstáculos, montar en bicicleta, monopatín, patinete o patines, jugar a la rayuela, al baloncesto o al fútbol, o los juegos como el escondite, el pañuelo, el pilla pilla, la liebre, entre otros, mejoran y aumentan su actividad física, y comporta una mayor socialización entre la población infantil. Recuerden siempre alimentar a sus hijos sanamente para brindarles los nutrimentos que necesitan y se desempeñen adecuadamente.
Marisol Nuevo. Editora de GuiaInfanti.com
Para más información:nutrimentos , sobrepeso