Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda
Médico Pediatra y Bioeticista.
El
que una persona sea responsable de sus acciones en el devenir diario,
siempre ocasiona una muy buena impresión además de que los beneficios que
este actuar proporciona son muy buenos.
La responsabilidad es la
capacidad de reconocer y aceptar las consecuencias de las propias
decisiones y de responder de los propios actos. Es la habilidad para
decidir apropiadamente y con eficacia, es decir, dentro de los límites
de las normas sociales y de las expectativas comúnmente aceptadas. Pero
la responsabilidad requiere desarrollo en la medida que el niño va
creciendo, entonces ¿a que edad se le debe educar en el valor de la
responsabilidad? y la respuesta es: lo antes posible y esto va de la
mano en cuanto el niño inicie a entender cosas sencillas del lenguaje
hablado. Así se le dará suficiente confianza para llevar a cabo las
tareas que le son asignadas pero en la medida en que su capacidad y
habilidad aumenta será necesario asignar otras responsabilidades.
Estas son algunas pautas que pueden ayudar a los padres a fomentar el valor de la responsabilidad:
1.-
Algo que es fundamental en el fomento de la responsabilidad es el
promover que el niño tenga confianza en sí mismo y que como consecuencia
el niño empezará a tomar responsabilidad de sus acciones.
2.- Dejar
que hagan las cosas por sí solos, aunque al inicio salga todo mal y esto
no deberá derivar en echarle la culpa por el mal resultado sino que
mejor ayudarle a repetir la acción designada, valorando más el esfuerzo
que el resultado obtenido, de esta forma se fomenta la autoconfianza del
niño.
3.- Muchas veces al intentar una acción se enfrentarán al
fracaso ya que de los errores se aprende bastante particularmente cuando
se orientan hacia el análisis del porque las acciones salieron mal y
aquí el apoyo de los padres es fundamental y no tratar de corregir con
gritos, ofensas, golpes, etc.
4.- Para que los niños tengan confianza
en explorar su mundo se requiere del apoyo irrestricto de los padres o
de los adultos que se encuentran con el niño y cuando este apoyo sea
necesario.
5.- Es fundamental que los padres muestren interés por lo
que hace el niño, así como animarlo con una buena dosis de paciencia y
tolerancia.
6.- Los niños aprenden lo que observan de los adultos y
es un error el pensar que no se dan cuenta de lo que sucede a su
alrededor, entonces una de las mejores formas de inculcar la
responsabilidad a los niños se da cuando estos observan que los adultos
se comportan de forma responsable. Hay que predicar con el ejemplo ya
que esto no solo es una forma de enseñar, ES LA ÚNICA.
7.- Se deben
de fijar normas y límites, así como ser coherente en la aplicación de
las mismas sin sentimientos de culpabilidad o remordimiento pero muy
importante también sin hacer sufrir al niño.
8.- Ayudar a que los
niños desde pequeños formen decisiones empezando por elecciones simples o
sencillas y en la medida que van creciendo se deberá de ir
incrementando su capacidad de tomar decisiones más complejas y los
padres deberán de ayudarlos de tal forma que el niño pueda buscar
diferentes alternativas y que selecciones una de ellas.
9.- Hacer
notar al niño que el esfuerzo es algo natural y suele ser muy importante
que conozcan el valor de las cosas, el que se valgan por sí mismos, el
que se enfrenten a dificultades a las que puedan sobreponerse de acuerdo
a la edad, etc.
10.- Muy importante y fundamental al enseñar el
valor de la responsabilidad es el de explicarle al niño con claridad lo
que se espera de él y dando a conocer de tal forma que lo entienda y
estableciendo claramente los límites para realizar tareas o deberes.
Sin
embargo también como padres podemos fomentar la irresponsabilidad en
los hijos de forma excesiva o exageraday esto se da cuando ante una
acción que realiza el niño se le critica de forma excesiva o exagerada y
exponiéndolo al ridículo o a la vergüenza. Estas acciones por parte de
los padres deberán siempre de evitarse y se puede desarrollar
gradualmente la conciencia de la responsabilidad recompensando a los
niños por ser responsables, esto hará que cosechen éxitos con frecuencia
y es indudable que se beneficiará de las consecuencias positivas de
esos éxitos.
El enseñar a un niño a ser responsable le traerá grandes
beneficios ya que se ha demostrado que los niños que aprenden a ser
responsables entre otras cosas; tienen mejor rendimiento en la escuela,
se relacionan mejor con maestros y compañeros, toman mejores decisiones,
suelen intentar acciones, llevarlas a cabo y triunfar.