Un déficit de ácidos grasos Omega 3 durante el embarazo podría influir en el neurodesarrollo del niño, provocando una peor capacidad visual y cognitiva.
Según los expertos, un tercio de las gestantes no toma las cantidades de Omega 3 recomendadas durante este período, que son 200-259 mg/día. Para contrarrestar este déficit, aconsejan aumentar el consumo de pescado azul (sardina, boquerón, atún, caballa, etc.) pues es muy rico en ácidos grasos Omega 3.
Las nueces, por ejemplo, también contienen grandes cantidades de Omega 3.
Comer seis nueces al día (30g) ayuda a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Las espinacas, los pepinos, la lechuga o las fresas también son muy ricos en Omega 3.