miércoles, abril 17, 2013

Responsabilidad en los niños.

Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda
Médico Pediatra y Bioeticista.

El que una persona sea responsable de sus acciones en el devenir diario, siempre ocasiona una muy buena impresión además de que los beneficios que este actuar proporciona son muy buenos.

La responsabilidad es la capacidad de reconocer y aceptar las consecuencias de las propias decisiones y de responder de los propios actos. Es la habilidad para decidir apropiadamente y con eficacia, es decir, dentro de los límites de las normas sociales y de las expectativas comúnmente aceptadas. Pero la responsabilidad requiere desarrollo en la medida que el niño va creciendo, entonces ¿a que edad se le debe educar en el valor de la responsabilidad? y la respuesta es: lo antes posible y esto va de la mano en cuanto el niño inicie a entender cosas sencillas del lenguaje hablado. Así se le dará suficiente confianza para llevar a cabo las tareas que le son asignadas pero en la medida en que su capacidad y habilidad aumenta será necesario asignar otras responsabilidades.


Estas son algunas pautas que pueden ayudar a los padres a fomentar el valor de la responsabilidad:

1.- Algo que es fundamental en el fomento de la responsabilidad es el promover que el niño tenga confianza en sí mismo y que como consecuencia el niño empezará a tomar responsabilidad de sus acciones.

2.- Dejar que hagan las cosas por sí solos, aunque al inicio salga todo mal y esto no deberá derivar en echarle la culpa por el mal resultado sino que mejor ayudarle a repetir la acción designada, valorando más el esfuerzo que el resultado obtenido, de esta forma se fomenta la autoconfianza del niño.

3.- Muchas veces al intentar una acción se enfrentarán al fracaso ya que de los errores se aprende bastante particularmente cuando se orientan hacia el análisis del porque las acciones salieron mal y aquí el apoyo de los padres es fundamental y no tratar de corregir con gritos, ofensas, golpes, etc.

4.- Para que los niños tengan confianza en explorar su mundo se requiere del apoyo irrestricto de los padres o de los adultos que se encuentran con el niño y cuando este apoyo sea necesario.

5.- Es fundamental que los padres muestren interés por lo que hace el niño, así como animarlo con una buena dosis de paciencia y tolerancia.

6.- Los niños aprenden lo que observan de los adultos y es un error el pensar que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor, entonces una de las mejores formas de inculcar la responsabilidad a los niños se da cuando estos observan que los adultos se comportan de forma responsable. Hay que predicar con el ejemplo ya que esto no solo es una forma de enseñar, ES LA ÚNICA.

7.- Se deben de fijar normas y límites, así como ser coherente en la aplicación de las mismas sin sentimientos de culpabilidad o remordimiento pero muy importante también sin hacer sufrir al niño.

8.- Ayudar a que los niños desde pequeños formen decisiones empezando por elecciones simples o sencillas y en la medida que van creciendo se deberá de ir incrementando su capacidad de tomar decisiones más complejas y los padres deberán de ayudarlos de tal forma que el niño pueda buscar diferentes alternativas y que selecciones una de ellas.

9.- Hacer notar al niño que el esfuerzo es algo natural y suele ser muy importante que conozcan el valor de las cosas, el que se valgan por sí mismos, el que se enfrenten a dificultades a las que puedan sobreponerse de acuerdo a la edad, etc.

10.- Muy importante y fundamental al enseñar el valor de la responsabilidad es el de explicarle al niño con claridad lo que se espera de él y dando a conocer de tal forma que lo entienda y estableciendo claramente los límites para realizar tareas o deberes.

Sin embargo también como padres podemos fomentar la irresponsabilidad en los hijos de forma excesiva o exageraday esto se da cuando ante una acción que realiza el niño se le critica de forma excesiva o exagerada y exponiéndolo al ridículo o a la vergüenza. Estas acciones por parte de los padres deberán siempre de evitarse y se puede desarrollar gradualmente la conciencia de la responsabilidad recompensando a los niños por ser responsables, esto hará que cosechen éxitos con frecuencia y es indudable que se beneficiará de las consecuencias positivas de esos éxitos.

El enseñar a un niño a ser responsable le traerá grandes beneficios ya que se ha demostrado que los niños que aprenden a ser responsables entre otras cosas; tienen mejor rendimiento en la escuela, se relacionan mejor con maestros y compañeros, toman mejores decisiones, suelen intentar acciones, llevarlas a cabo y triunfar.

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