lunes, julio 13, 2015


Un alimento con importantes aportes nutricionales que no debemos pasar por alto

Cuando nos hablan de la alfalfa inmediatamente lo que nos viene a la mente es un alimento para animales rumiantes. Es cierto que es un alimento muy apreciado en la ganadería, pero también es de gran ayuda para las personas, y es que se trata de un alimento con importantes aportes nutricionales que no debemos pasar por alto. Para saber un poco más sobre la alfalfa, en este post vamos a detenernos es sus propiedades y en la ayuda que nos prestará, sobre todo a todas aquellas personas que practicamos deporte debido a una serie de propiedades a tener en cuenta.
Antes de nada debemos tener una cosa clara en relación a la alfalfa, la manera de ingerirla será en brotes tiernos, no como hacen los animales que la consumen cuando está crecida y florecida. Consumirla de este modo nos aportará un sabor diferente, como si de cualquier vegetal se tratase, y es que su gusto es suave y su sabor intenso, por lo que es un buen acompañamiento para cualquier ensalada o plato que preparemos. La alfalfa puede ser un buen acompañamiento en nuestra dieta por múltiples razones que vamos a analizar a continuación.

Controla el colesterol

En primer lugar es necesario que sepamos lo buena que es su ingesta a la hora de controlar los niveles de colesterol en sangre. Es un alimento que actuará directamente sobre esta variable del cuerpo, facilitando a nuestro organismo un sinfín de beneficios a nivel circulatorio, y es que mejorará enormemente la calidad de la sangre y la salud de las arterias y capilares, mejorando el riego sanguíneo a la vez que mejorará los índices de colesterol beneficioso para el organismo. Las fibras y sustancias que contiene la alfalfa hacen que se peguen al colesterol eliminándolo del torrente sanguíneo y evitando que éste se adhiera a las paredes de los vasos sanguíneos.

Alto contenido vitamínico

Otro punto a tener en cuenta es su alto aporte vitamínico y mineral. Entre los minerales que nos aporta descaremos el magnesio, muy importante a la hora de controlar los niveles de glucosa en el organismo. Precisamente esto es lo que hace que se considere laalfalfa como un alimento beneficioso a la hora de controlar los niveles de azúcar en sangre, y es que, a pesar de no estar confirmado, se suele poner como ejemplo de alimento encaminado a conseguir un control efectivo en los niveles de glucosa en sangre. La vitamina K es la que vamos a destacar entre las que nos aporta, ya que ésta nos ayudará a mantener una presión arterial correcta en todo momento.

Proteínas

Un punto importante en el que debemos reparar los que practicamos deporte es en el alto aporte de proteínas que nos brinda. Se trata de proteínas de origen vegetal, muy apreciadas a la hora de construir unos músculos fuertes y en perfecto estado. Hay que tener en cuenta que la alfalfa nos aportará una cantidad de proteínas que en muchos casos es superior a la que nos dan algunas carnes. A esto hay que sumarle la pureza de las mismas, pues estás libres de grasas saturadas y apenas contiene calorías que nos afectarán negativamente.

Mejorar la calidad de la sangre

Sus beneficios no se quedan solo ahí, sino que además tiene un papel importante a la hora de mejorar sustancialmente nuestra salud, y es que nos ayudarán a mejorar la coagulación de la sangre y conseguir una respuesta más rápida y eficaz por parte del organismo cuando se trata de hemorragias. Junto a esto, la alfalfa contiene una serie de sustancias que ayudarán a mantener el organismo depurado, hasta el punto de ser un buen alimento a la hora de conseguir fortalecer la salud del hígado y mejorar de este modo su funcionamiento y efectividad.

La alfalfa, un alimento beneficioso

martes, mayo 19, 2015

Ayuda a tu peque a disfrutar de su estancia en la guarde y a que aprenda a convivir sanamente con sus compañeritos.


EDAD IDEAL: Si decides ingresar a tu bebé, los expertos recomiendan hacerlo después de los seis meses. Sin embargo, si existe la necesidad de que esto ocurra antes de ese tiempo, la buena noticia es que al estar tu nene en contacto con más niños a temprana edad aprenderá a combatir ciertos padecimientos  con éxito, ya que fortalecerá su sistema de defensas y así se disminuirá el riesgo de contraer infecciones durante el resto de su infancia.


LACTANCIA: Es de vital importancia no dejar pasar esta etapa alimenticia en la medida de lo posible. Busca estancias cercanas a tu centro de trabajo para que puedas hacer uso de tus horas de lactancia, o bien, organizarte para dejar la leche materna en la guardería y almacenarla en frío para suministrarla en el transcurso del día.

COMPENSAR LA AUSENCIA: Muchas veces los niños pasan muchas horas en la guardería, procura que el tiempo que pasen juntos sea de mayor calidad. Evita desentenderte y ponte al pendiente de sus evoluciones y pequeños grandes pasos que dan durante esta etapa.

SENTIMIENTO DE RUPTURA: Separarse los primeros días puede ser un poco difícil para los bebés y las mamás, pero esta sensación llega a compensarse en la convivencia diaria con otros niños, siempre y cuando el espacio tenga condiciones armónicas para los pequeños, como por ejemplo, que los mantengan distribuidos por grupos de edad, que estén a su cuidado profesionales, que tengan una buena alimentación.
padresehijos.com.mx

4 tips para cuidar su salud emocional en la guardería




Su hijo de 8 años se despierta a la noche llorando y quejándose de un dolor punzante en las piernas. Usted le hace masajes y lo calma tanto como puede, pero no está seguro de si darle algún medicamento o llevarlo al médico.

¿Le suena familiar? Es probable que su hijo tenga dolores de crecimiento, un incidente normal en aproximadamente el 25 % al 40 % de los niños. Por lo general, estos aparecen durante dos períodos: en la primera infancia entre los 3 y 5 años, y, más adelante, entre los 8 y los 12 años.
 
¿Cuáles son sus causas?
 
No hay pruebas sólidas que demuestren que el crecimiento de los huesos provoca dolor. Las causas más probables son los dolores y los malestares que se producen por saltar, trepar y correr, algo que los niños activos realizan durante el día. Los dolores pueden aparecer después de que un niño haya tenido una jornada especialmente deportiva.
Signos y síntomas
Los dolores de crecimiento siempre se concentran en los músculos, y no en las articulaciones. La mayoría de los niños informan tener dolores en la parte delantera de los muslos, en las pantorrillas o detrás de las rodillas. Mientras que las articulaciones afectadas por enfermedades más graves están hinchadas, enrojecidas, sensibles con la palpación o tibias, las articulaciones de los niños que tienen dolores de crecimiento parecen normales.
Si bien los dolores de crecimiento suelen aparecer a última hora de la tarde o temprano a la noche antes de acostarse, a veces el dolor puede despertar a un niño que está dormido. La intensidad del dolor varía según el niño, y la mayoría de los pequeños no siente los dolores todos los días.

Diagnóstico de los dolores de crecimiento

Un síntoma, el de mayor utilidad para los médicos al momento de diagnosticar los dolores de crecimiento, es la respuesta del niño cuando lo tocan mientras está dolorido. A los niños que sienten dolor debido a una enfermedad grave no les gusta que los toquen porque el movimiento suele aumentar el dolor. Sin embargo, aquellos con dolores de crecimiento tienen una respuesta diferente: se sienten mejor cuando los cargan, masajean y abrazan.
Los dolores de crecimiento son lo que los médicos llaman un diagnóstico por exclusión. Esto significa que se deben descartar otras enfermedades antes de diagnosticar los dolores de crecimiento. A menudo, una historia clínica y un examen físico exhaustivos realizados por el médico pueden conseguirlo. En muy contadas ocasiones, tal vez haya que realizar análisis de sangre y radiografías anvvvtes de llegar al diagnóstico final de dolores de crecimiento.

¿Cómo ayudar a su hijo?

  • Algunas cosas que tal vez ayuden a aliviar el dolor incluyen lo siguiente:
  • masajear la zona
  • elongar
  • aplicar una almohadilla térmica en la zona
  • administrar ibuprofeno o paracetamol, cremas de glucosamina (nunca administre aspirinas a un niño menor de 12 años por su asociación con el síndrome de Reye, una enfermedad poco común pero que puede causar la muerte)

¿Cuándo llamar al médico?

  • Alerte al médico si alguno de los siguientes síntomas se presentan cuando su hijo está dolorido:
  • dolor persistente, dolor por la mañana o hinchazón o enrojecimiento en una zona o articulación específica
  • dolor asociado con una lesión en particular
  • fiebre
  • renguera
  • erupciones cutáneas fuera de lo común
  • pérdida del apetito
  • debilidad
  • cansancio
  • comportamiento anormal
Estos signos no ocurren con los dolores de crecimiento, y el médico debe evaluarlos.
Aunque los dolores de crecimiento suelen indicar la presencia de una enfermedad que no reviste gravedad, pueden ser molestos para un niño o los padres. Puesto que parece que los dolores del niño se han curado por completo por la mañana, los padres suelen sospechar que el niño está fingiendo. Sin embargo, este no suele ser el caso. El apoyo y la seguridad de que los dolores de crecimiento pasarán a medida que los niños crezcan puede ayudarlos a que se relajen.
Revisado por: Steven Dowshen, MD Fecha de la revisión: julio de 2012

Dolores de crecimiento

sábado, abril 18, 2015

Si decidiste tomar tu tiempo para tener hijos o el destino hizo de las suyas cuando andabas en los treinta y tantos casi 40’s, es posible que estés atravesando justo por la menopausia y la etapa más traviesa de tus hijos. ¿No es una buena combinación, cierto?
Antes muchas mujeres pasaban por la menopausia hasta después de haber visto a sus hijos casados, pero ahora, es mucho más común ver a tu alrededor mujeres que se mantienen activas profesionalmente, llevan la organización de su casa, dedican tiempo de calidad a su(s) hijo y pasan por la menopausia, ¡todo al mismo tiempo!
Si este es tu caso, es probable que además de tener que dividir tu atención, debas enfrentar los cambios físicos y hormonales de tu cuerpo. Cuando los trastornos que sufres en esta etapa (sofocos, incontinencia -falta de control de los efínteres-, fatiga, sequedad vaginal o irritabilidad) aparecen con mucha fuerza, es posible que tu hijo se sienta olvidado o prefiera alejarse para no verte agotada y de mal humor.
¿Cómo logro sobrevivir?Lo ideal es aceptar la situación por la que atraviesas. Esta etapa te exige dar un esfuerzo extra para que todo lo demás funcione y no sean las hormonas quienes decidan por ti. Para disminuir los síntomas físicos, los especialistas te recomiendan:
  • Seguir una dieta rica en calcio y sin exceso de grasas
  • Practicar ejercicio físico moderado
  • Si sólo sufres sofocos o sequedad vaginal puedes recurrir a las pastillas o parches con pequeñas dosis de estrógenos (indicadas por tu médico), durante el menor tiempo posible.
Aunque no lo creas, esta situación también tiene su lado positivo: el ritmo que requieren tus hijos (y demás tareas) te obligará a mantenerte activa y buscar alternativas que puedan ayudarte a combinar estos cambios en tu rutina diaria.

Menopausia ¿con hijos pequeños?

La llegada de la menopausia supone para cualquier mujer una serie de cambios físicos y emocionales que a veces son difíciles de gestionar.
Trastornos como los sofocos, las pérdidas de orina, la fatiga, la sequedad vaginal o la irritabilidad pueden complicar el día a día de muchas mujeres y pueden transformar radicalmente la forma en que se relacionan con los demás.
Esta nueva etapa vital, que supone el inicio de la madurez puede afectar al ámbito laboral, a la relación de pareja, a las relaciones sociales y también a la relación con los hijos, que no siempre viven los cambios que experimenta la madre de la forma más adecuada.

Hijos pequeños en la menopausia

Lógicamente, la situación de la mujer en la menopausia no es la misma si tiene hijos pequeños o hijos ya mayores e independizados. Por una cuestión de edad, la menopausia suele llegar en el momento en que los hijos ya se han marchado de casa, pero cada vez más mujeres retrasan la maternidad hasta el punto de encontrarse en la menopausia con los hijos aún en edad escolar.
Que los niños sean aún pequeños puede tener sus ventajas para afrontar una menopausia de una forma más positiva, ya que el ritmo que imponen los niños obliga a cualquier madre a mantenerse activa y a encontrar cualquier remedio para aliviar los síntomas de la menopausia.
Pero si los trastornos de la menopausia se presentan con toda su fuerza, los niños pueden sentirse desplazados y notar la falta de atención de una madre que está enferma, debilitada y agotada. Y eso puede afectar a la educación y al comportamiento de los niños pequeños.

Hijos mayores en la menopausia

Cuando la mujer se enfrenta a la menopausia con unos hijos ya mayores, puede encontrar en ellos el aliado perfecto para afrontar esta etapa de forma más positiva. En caso de que aún vivan en casa, la edad de los hijos hará que comprendan los cambios que está experimentando su madre, en muchos casos, mejor que su propia pareja, y será un buen momento para darle a su madre todos los cuidados.
Un asunto distinto es que los hijos ya se hayan ido de casa y la mujer entre en la menopausia acusando la soledad del llamado síndrome del nido vacío. Una tristeza que puede verse incrementada por los desajustes hormonales y que puede desembocar en una depresión.
Pero como siempre decimos, la menopausia y la madurez tienen también muchos aspectos positivos, en los que cualquier mujer puede apoyarse para que no afecte de forma negativa a la relación con sus hijos, con su pareja o con sus amigos.

Cómo afecta la menopausia a la relación con los hijos