Los niños son los integrantes de la familia que mayor actividad física tienen.
Y para poder realizar todas éstas, es necesario que requiera energía para llevarlas a cabo. Por ello, es importante que desde la infancia se les proporcione los alimentos correctos para obtener la energía necesario para sus actividades del día a día, como estudiar, correr, jugar, etc.
En este contexto, las frutas son ideales para esta etapa de su desarrollo, en especial el arándano, el cual es una fruta diferente que se le puede ofrecer al pequeño en forma de puré o papilla y posteriormente picada y, por último, entera.
Desde el punto de vista nutrimento, el arándano es una magnífica fuente de energía para el pequeño, ya que le brinda importantes cantidades de carbohidratos simples.
El arándano es alimento rico en fibra que ayuda el niño a tener una correcta digestión.
Es una fuente de antioxidantes que aportarán al niño a defenderse de agentes infecciosos, bacterias y virus de todo tipo.
Es una fuente de antioxidantes que aportarán al niño a defenderse de agentes infecciosos, bacterias y virus de todo tipo.
Gracias a su poder antioxidante, otro de los beneficios del arándano es que ayuda a la piel del niño a resistir los daños causados por los agentes radicales libres y por la exposición a los rayos UV del sol.
El arándano es rico en potasio, lo que le permite mantenerlo bien hidratado y a recuperar los electrolitos perdidos por la sudoración.
También, es excelente para evitar calambres y contracturas musculares.
El jugo de arándano también es una buena alternativa por sus propiedades, ya que puede ayudar a los niños pequeños en la prevención de infecciones de las vías urinarias, comunes en niños pequeños que están adquiriendo hábitos para aprender a ir al baño.
Como puedes darte cuenta, el arándano es ideal para los niños. Te recomendamos que se los des a tus niños frescos o deshidratados como una golosina saludable.