sábado, abril 06, 2013

¿Cómo prevenir la obesidad infantil?




La obesidad es un problema actual de salud pública, en lo que se refiere a la obesidad infantil según los países que conforman la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Economico).
México se encuentra en la posición número 4 en cuanto a obesidadinfantil (5-17 años) con una prevalencia del 29.0% en niñas y un 28.1 % en niños. Es decir 1 de cada 3 niños en México padece sobrepeso u obesidad.
Se ha sugerido (Gutin, 2011) la incorporación de actividad física en especial la de alta intensidad como un factor muy importante en la prevención de obesidad, ya que las células logran diferenciarse principalmente a células musculares u óseas en lugar de fomentar la creación de células grasas, así la ingesta energética será direccionada de una manera metabólicamente más saludable tomando en cuenta que el tejido libre de grasa es metabólicamente más activo. De esta forma sería más saludable comenzar a realizar actividad física hasta lograr una alta intensidad en lugar de limitar la ingesta energética.
Se ha demostrado que los jóvenes que mantienen una mayor actividad desarrollan una menor ganancia de grasa en comparación con su contraparte menos activos (Stevens et al, 2007; Moore et al, 2003). Esto va de la mano con los estudios que demuestran que los adolescentes que presentan mayor nivel de grasa corporal ven más tiempo el televisor comparados con los que mantienen una mejor composición corporal (Stallmann-Jorgensen et al, 2007).
Realizar ejercicio un mínimo de 2 días tiene efectos positivos en lograr una menor ganancia de masa grasa, mayor masa ósea, mejor condición física, y menor adiposidad visceral en jóvenes que tenían actividades intensas (Barbeau et al, 2007).
En general la actividad vigorosa puede ser bailar, correr, entrenar fuerza o los deportes, en general este tipo de actividades involucran la fuerza y la resistencia por lo que esta combinación ejercita además varios sistemas metabólicos.
Hablar de la importancia de la actividad física no nos hace disminuir la importancia de un patrón dietético saludable, no cabe duda que es más saludable consumir leche que bebidas azucaradas (Ortega et al, 2008).
Los programas para la prevención de la obesidad infantil tienen que estar en conjunto con el programa educativo escolar, incluyendo la intervención de las familias y programas comunitarios para que el objetivo en el cambio de conducta de los niños se lleve a cabo.
Hay algunas características de los programas exitosos de educación nutricional:
  1. Basados en la información científicas
  2. Incluir a la familia en los programas
  3. Evaluar patrones de consumo en niveles educativos
  4. Intervenir en el ambiente escolar
  5. Intervención en la comunidad
  6. Mantener capacitaciones intensivas
La educación nutricional se debe incluir en la mayor parte de programas educativos, el objetivo es que los programas que tengan que ver con la alimentación vayan de la mano de programas que logren incrementar el nivel de actividad física de los niños. Actualmente algunas estrategias educativas en nutrición pueden estar en medios electrónicos en donde al contener sus propias instrucciones reduce la necesidad de algún instructor o maestro.
Los profesores además requieren estar capacitados y las escuelas deben ofrecer un ambiente saludable a los niños. Hay que tener en cuenta que las técnicas didácticas son insuficientes para lograr los cambios de conducta, debemos implementar la resolución de problemas y además tomar en cuenta al grupo social que es la familia principalmente en donde el niño aprenderá ¿qué comer? y ¿por qué comerlo (Lytle et al, 1995).
Para saber más: Ejercicio para colesterol , Grasa

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