Los ácidos grasos Omega 3 son tan importantes para nuestro cerebro como lo es el calcio para nuestros huesos; ya que son uno de sus componentes principales.
Si no tenemos suficiente cantidad de ácidos Omega 3 nuestro cerebro no puede funcionar en óptimas condiciones.
El Omega 3 es una sustancia clave para el desarrollo y buen funcionamiento de nuestro cerebro; ya que ayuda a consolidar las estructuras neuronales, en el caso de los niños además favorece su crecimiento y desarrollo.
En niños en edad escolar favorece su rendimiento, ya que los ayuda a tener más concentración y facilita que puedan aprender, dando como resultado que incremente su desempeño; para los que padecen déficit de atención les ayuda como un complemento a su tratamiento médico.
Cuando los niños tienen una cantidad insuficiente de Omega 3 es más fácil que sufran de dyslexia, asma, problemas de comportamiento, dificultades para aprender, hiperactividad, irritabilidad y desorden bipolar,pero cuando el consumo de Omega 3 se vuelve suficiente todos los males antes mencionados se ven reducidos, es decir disminuye el daño que causan en el niño.
Además, también ha sido utilizado como complemento en el tratamiento de :
- Enfermedades del corazón y del sistema sanguíneo.
- Presión arterial y niveles de
- Colesterol altos.
- Derrames cerebrales.
- Trastornos mentales como déficit de atención y Alzheimer.