El sueño ayuda a que los niños(as) crezcan fuertes y sanos. Los
preescolares típicamente duermen aproximadamente de 10 a 12 horas
durante cada período de 24 horas, pero no hay razón para ser rígido en
cuanto a qué horas específicas deben tomar esas 10 ó 12 horas
necesarias. En esta etapa, lo importante es ayudar a su hijo a que
desarrolle buenos hábitos para dormir.
La deficiencia de vitaminas debida a una elección inadecuada de comidas poco sanas puede afectar la salud completa del niño, incluyendo su sueño. |
Estableciendo una rutina para irse a la cama
Una
rutina para irse a acostar es una buena manera de asegurar que su
preescolar duerme lo suficiente. A continuación detallamos algunos
puntos a tener en mente cuando usted establezca esa rutina:
- Incluya un período de tranquilidad unos treinta minutos antes de la hora de dormir.
- Fije una hora específica para dormir, avisando debidamente a su hijo(a) media hora antes y 10 minutos antes de la hora acordada.
- Establezca horas fijas para irse a acostar, levantase y tomar siestas.
- Mantenga horas de juego y horas de comer consistentes.
- Evite los estimulantes como la cafeína, cuando se aproxime la hora de dormir.
- La habitación debe ser tranquila, acogedora y conductiva al sueño.
- Utilice la cama solamente para dormir— no para jugar o para ver la televisión.
- Limite las comidas y bebidas antes de la hora de acostarse.
- Permita que su hijo(a) escoja con qué pijamas quiere dormir, qué muñeco de peluche necesita llevarse a la cama, etc.
- Contemple el escuchar música lenta y agradable antes de dormir.
- Acueste a su hijo cariñosamente para reafirmar una sensación de seguridad.
Los problemas del sueño
Puede
que su preescolar tenga pesadillas, o terrores nocturnos, y puede que
haya noches cuando él o ella tenga dificultades tratando de quedarse
dormido.
Puede ayudarle el crear un "estuche para la noche" que
puede colocar cerca de la cama de su hijo(a) para cuando sea difícil
dormir. Ese estuche puede incluir una linterna, un libro favorito, una
cinta de música o un disco que pueda escuchar. Use este juego de
elementos con su hijo(a) y luego póngalo en un lugar especial donde su
hijo(a) pueda alcanzarlo durante la noche.
Los objetos como los
muñecos de peluche y las mantas también pueden ayudar a que su hijo(a)
se sienta seguro. Si su hijo(a) no tiene un juguete favorito e ir a la
cama se ha convertido en una dificultad constante, entonces valdrá la
pena buscar juntos una manta cálida y suave o un muñeco de peluche.
Algunos
padres adquieren el hábito de dormir al lado de sus hijos(as) hasta que
se quedan dormidos. Mientras este hábito puede que surta efecto
temporalmente, no ayudará a establecer un buen patrón para poder dormir a
largo plazo. Es importante proporcionar comodidad y seguridad, pero los
niños(as) necesitan dormir independientemente de donde estén sus
padres, para que cuando ellos no estén cerca no haya problemas. Si usted
establece una rutina donde usted tiene que estar cerca de su hijo(a)
para que pueda dormir, entonces será difícil para ambos— e injusto para
su hijo — si usted comienza a retirarse antes de tiempo.
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